Especialidades urológicas

¿Cómo se diagnostica?

En el diagnóstico se combinan exploraciones como el tacto rectal (prueba indispensable, sencilla y sin ningún riesgo ni dolor para el paciente, que permite al urólogo valorar el estado y tamaño de la próstata, así como la posible presencia de zonas endurecidas), análisis de sangre con PSA (el antígeno prostático específico es una sustancia producida por la próstata y sus niveles en sangre son importantes para valorar las condiciones de este órgano) y ecografía (examen importante para el estudio de la próstata, rápido, seguro e indoloro, que puede realizarse por vía transabdominal o transrectal según situemos la sonda sobre el abdomen o el recto). Cuando al menos uno de estos tres exámenes aporta resultados sospechosos, es necesario realizar una biopsia prostática. Es una prueba rápida, indolora, sin riesgos para el paciente y que consiste en obtener una pequeña muestra de tejido prostático sin necesidad de aplicar anestesia general. Este examen, en ocasiones, resulta imprescindible para obtener un diagnóstico preciso del tipo de enfermedad que afecta a la próstata.
 

Hipertrofia benigna de próstata
 

Hipertrofia benigna de próstata