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Cistectomia radical
La cistectomia radical pretende la eliminación de la vejiga enferma y la desaparición de los síntomas derivados de dicha situación.
Mediante esta técnica se extirpa la totalidad de la vejiga. En el hombre habitualmente se extrae a la vez la próstata y las vesiculas seminales, y en el caso de la mujer la matriz. La intervención suele realizarse para tratar un tumor maligno, y habitualmente con intención curativa.
Una vez extraida la vejiga el Urólogo tiene que optar entre, o bien derivar la orina a piel (técnica de Bricker o ileostomia cutánea) en cuyo caso el paciente será portador de una bolsita o colector en el abdomen para recoger la orina; o bien reconstruir una vejiga con intestino, pudiendo entonces realizar la micción de forma natural a través de la uretra (sustitución vesical ortotópica). Esta última opción no siempre es posible realizarla, dependiendo de las características del tumor y de las condiciones anatómicas del paciente.
Ileostomia cutánea o técnica de Bricker
Sustitución vesica ortotópica (según técnica de Studer)
El postoperatorio normalmente es prolongado y durante este tiempo se van retirando la alimentación por sueros y las sondas o drenajes paulatinamente.
Durante el mismo acto quirúrgico suele realizarse la extracción de las cadenas ganglionares pélvicas (linfadenectomia pélvica) con objeto de enviarlas para su estudio anatomopatológico, puesto que son el primer escalón de diseminación de los tumores malignos de vejiga.